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Campesinos de Teorama y parte noroccidental de San Calixto se declaran en ZRC de hecho

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11 agosto, 2014
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Por convocatoria de la Asociación Campesina del Catatumbo, 200 campesinos y campesinas provenientes de 59 veredas y sectores de los municipios de Teorama y San Calixto, nos hemos reunido en audiencia popular en el corregimiento de San Pablo municipio de Teorama, con el ánimo de discutir y deliberar sobre los siguientes temas:

1. El incumplimiento de la Ley 160 de 1994 por parte del gobierno Santos y las violaciones de nuestros derechos como campesinos que están implícitos en dicho incumplimiento: Las recientes jurisprudencias del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cúcuta y de la Corte Constitucional en materia de Zonas de Reserva Campesina han ratificado lo injusto, desleal e ilegal, del proceder del Gobierno Nacional a través del Ministerio de Agricultura y del INCODER respectivamente. Que el Gobierno Nacional se siga negando a constituir la ZRC-C es no sólo una violación a los mandatos constitucionales y legales, sino que representa otro incumplimiento del gobierno de Santos a los acuerdos pactados en la MIA-Catatumbo.

2. La crisis humanitaria que se vive en la región: ocasionada entre otros, por los bombardeos y ametrallamientos del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea, por el fuego cruzado de los combates entre la insurgencia y los militares de la Fuerza de Tarea Vulcano y en general, por los hostigamientos, amedrentamientos y agresiones de las que somos víctimas campesinos y campesinas de la región del Catatumbo con ocasión del accionar de la Fuerza Pública.

3. Las violaciones al DIH y la militarización de la vida civil: Los campesinos y campesinas del Catatumbo nos resistimos a cualquier tipo de militarización de la vida civil, en especial rechazamos la militarización de la política de desarrollo rural, de la política de inclusión cultural y de las obras de aprestamiento infraestructural, así mismo objetamos cualquier otro tipo de captura de las inversiones sociales por las que tanto hemos luchado, en manos de las ya ampliamente divulgadas corruptelas de los uniformados.

4. La amenaza que representan las compras masivas de tierras y la proliferación de los cultivos de la gran agroindustria: la constante expansión de los cultivos de palma aceitera, así como los proyectos para implementar megaproyectos de caucho, representan una demanda constante sobre nuestras tierras, esto implica una amenaza para nuestra soberanía alimentaria, nuestro derecho a la tierra y nuestra permanencia en el territorio.

5. La necesidad de aunar esfuerzos para exigir en unidad la materialización de una paz justa en nuestros territorios: actualmente el país está en una discusión sobre la necesidad de constituir escenarios jurídicos, políticos, económicos y sociales que permitan la paz; estas negociaciones y discusiones se deben llevar a cabo no sólo con las insurgencias, las clases, sectores, movimientos y grupos subalternos también tenemos nuestro lugar en la discusión, es preciso trabajar en unidad para poder ocuparlo.

Teniendo presente lo anterior y después de la ilustración, discusión y deliberación que hemos desarrollado durante esta jornada, llegamos a las siguientes conclusiones y mandatos:

1. Nos declaramos en Zona de Reserva Campesina de hecho: Acogemos la figura de la «Zona de Reserva Campesina de Hecho» retomando la experiencia de los procesos campesinos vinculados a la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina que han decidido declarar varias Zonas de Reserva Campesina de Hecho en el sur-occidente del país. Esta declaración la hacemos partiendo del hecho que las comunidades campesinas nos reconocemos como autoridad en nuestro territorio, y como tal, es nuestro derecho y deber declarar que en la región del Catatumbo se da la existencia material de las condiciones económicas, sociales, políticas, jurídicas y culturales requeridas para Zona de Reserva Campesina del Catatumbo; por tal motivo, los campesinos y campesinas asistentes a esta Audiencia Popular mandatamos que se reconozca la existencia material de unas condiciones territoriales que nos permiten declarar la existencia de una ZRC de Hecho en el Catatumbo.

2. Expresamos nuestra solidaridad y respaldo al Refugio Humanitario localizado en el corregimiento Mesitas, municipio de Hacarí a pesar de que se encuentra en pausa: como autoridades del territorio, las comunidades campesinas del Catatumbo mandatamos a los actores armados el respeto de nuestras vidas y nuestros territorios, del mismo modo exigimos a la Fuerza Pública que cese su accionar violento, su estigmatización y sus agresiones contra los campesinos y campesinas del Catatumbo.

3. Rechazamos la suplantación del poder civil y la captura de la inversión social por parte del Ejército Nacional como un arma de guerra: La inversión social es una de las exigencias que los campesinos y campesinas del Catatumbo venimos haciendo desde hace décadas en nuestras movilizaciones, mandatamos que la inversión en educación, en vías y en desarrollo rural se realice bajo los parámetros de nuestro Plan de Desarrollo Sostenible y nuestros Planes de Vida. Rechazamos la ejecución de obras públicas como la construcción de la vía Tibù – La Gabarra con la intermediación y los recursos de las Fuerzas Militares o el Ministerio de Defensa, de igual manera la vía el Mirador – Puerto Palmas con el fin de sacar material de arrastre del río Catatumbo durante 30 años por parte de empresas privadas.

4. Rechazamos la proliferación de monocultivos y la compra masiva e ilegal de tierras por parte de empresas nacionales y multinacionales de la agroindustria: exigimos el respeto por nuestros territorios, exigimos el respeto de los determinantes ambientales consignados en el Plan de Manejo Ambiental de la ZRC-C y que hacen que nuestros territorios sean exclusivamente destinados para la economía campesina, ya que las comunidades en tanto que autoridades ambientales hemos construido estas reglas para que se garantice el respeto por nuestros territorios. Rechazamos la compra masiva de tierras y su correlativa apropiación por empresas no campesinas.

5. Valoramos y reconocemos la necesidad de construir la paz en nuestros territorios: exigimos al gobierno nacional el reconocimiento de nuestras exigencias como comunidades a través de la Cumbre Agraria. Mandatamos en nuestros territorios la construcción de la paz desde la comunidades campesinas e indígenas; igualmente a nivel nacional reconocemos la importancia de mantener y fortalecer el escenarios de construcción de paz como espacios para el posicionamiento de las exigencias de las comunidades campesinas del Catatumbo, de igual manera insistimos en el clamor diario como víctimas permanentes de la guerra mantener los diálogos de paz en la Habana, la concreción mas haya de la fase exploratoria con los diálogos del ELN y la apertura de diálogos de paz con el EPL, por lo tanto es nuestra exigencia un cese bilateral al fuego, ya que genera confianza al pueblo colombiano.

6. Crisis ambiental y humanitaria: debido a la mala administración de nuestro planeta de parte del sistema capitalista a través de las transnacionales, hoy en el Catatumbo como en el resto del país cerca de 1000 familias se encuentran afectadas por lo que se conoce como el fenómeno del niño, a través de sequías, incendios forestales, varios de ellos provocados por la fuerza pública, además de resaltar y denunciar la poca ayuda humanitaria frente a esta crisis de parte de los gobierno.

Exigimos a las Farc, al ELN y al EPL el cese de la voladura del oleoducto que afecta el río Catatumbo y a su vez a los cientos de campesinos que consumen el agua del río con el fenómeno de sequía causado por el fenómeno del niño.

Corregimiento de San Pablo, municipio de Teorama, 09 de agosto de 2014.

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