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Las víctimas de Mapiripán 20 años recordando a sus seres queridos

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Entre los días 16 al 19 de julio del presente año, los sobrevivientes de las masacres de Mapiripán realizaron una peregrinación a su municipio, con el objetivo de conmemorar los 20 años de uno de los hechos más macabros de la historia de nuestro país, las masacres de Mapiripán- Meta, en las que aproximadamente un centenar de paramilitares en colaboración con miembros de la fuerza pública, arribaron al territorio asesinando, torturando y privando de la libertad a decenas de civiles a fin de promover el terror y romper el tejido social de la población. Hasta la fecha no se conoce con exactitud el número de víctimas que dejaron estos hechos, sin embargo, se tiene conocimiento que 511 familias fueron desplazadas debido a las masacres. A la conmemoración asistieron víctimas que actualmente viven en diferentes partes del país las cuales desde la época de las masacres no habían tenido la oportunidad de retornar; estas fueron acompañadas por organizaciones defensoras de Derechos Humanos, comunidad internacional, e invitados que dieron una voz de respaldo y acompañamiento.

El viaje de peregrinación tuvo una duración de 18 horas desde Villavicencio hasta Mapiripán, así, las rutas del terror por donde las Autodefensas Unidas de Colombia – AUC – desplegaron su arsenal bélico imponiendo el miedo en la región, fueron dignificadas por las víctimas, quienes reconfiguraron ese miedo resignificando el territorio mediante ejercicios de memoria, homenajeando a sus familiares, amigos y vecinos desaparecidos y asesinados.

Cuando la caravana conformada por las víctimas y sus acompañantes arribo a Mapiripán, se corrió el rumor en el municipio que quienes habían llegado realizarían  una campaña de proselitismo político, a fin de desmentir el rumor el día 17 de Julio en la mañana se realizó un recorrido por el municipio, pasando por el parque central, las orillas del río Guaviare y las cuadras aledañas, allí tuvo lugar el re encuentro entre las víctimas desplazadas y las víctimas que decidieron quedarse en el municipio, así mismo, se recordó la vida en Mapiripán y los actos atroces vividos a orillas del río.

Uno de los actos de la conmemoración tuvo lugar en el polideportivo del municipio, donde se invitó a los residentes participar en la jornada. En esta ocasión se trajeron a la memoria a las víctimas mortales simbolizadas con una frase o un dibujo, dignificando su vida, como un acto de resistencia al olvido. De igual manera se realizó un mural móvil, en la que las y los participantes plasmaron cómo eran sus vidas antes, la violencia vivida y la necesidad de retornar a Mapiripán.

Día de la Conmemoración

El día 18 de julio llevó a cabo la conmemoración a cargo de la alcaldía, sin embargo, dicha jornada terminó siendo liderada por las mismas víctimas, debido a que la institucionalidad no dio relevancia a la iniciativa así mismo, se notó el desinterés de la gobernación del Meta por cuanto se esperaba la llegada de la Gobernadora, Marcela Amaya y del director de Unidad de Víctimas, Alan Jara, quienes habían confirmado su participación y no asistieron demostrando la falta de interés, compromiso y respeto que tienen las instituciones del Estado para con quienes han resistido dignamente al horror de la guerra.

En la agenda conjunta realizada entre la Alcaldía y los representantes de víctimas, la institución se había comprometido a transportar  cerca de 800 personas de las veredas aledañas para participar en el conversatorio realizado el día 18, en donde se expusieron propuestas para reconstruir el tejido social y  conocer las exigencias de las comunidades para con el Estado, sin embargo  la Alcaldía en último momento alegó que no tenía recursos para el transporte de dichas personas. En la mitad de la jornada de conmemoración, una parte de la institucionalidad decidió dejar de participar de las actividades programadas, así y a falta de la organización la vocería del evento quedó a cargo de las víctimas y organizaciones sociales acompañantes.

Al atardecer, los y las mapiripenses se tomaron las calles del municipio para recordar y afirmar su trabajo por la búsqueda de la verdad y la justicia; con velas, carteleras y  banderas blancas la población se movilizó, invitando a los vecinos a recordar y caminar por las calles en las que 20 años atrás se respiraba terror y miedo; los hechos violentos que en su momento distanciaron a la población, el 18 de julio los unía en una sola voz “20 años y no los olvidamos, cada día los recordamos!” “¡Ante el olvido y la impunidad, memoria con dignidad!” y “¡Que no se olvide, que no se repita!”

¿Existen garantías para retornar?

El día 19, al finalizar la peregrinación y regresar a los municipios donde viven las víctimas que se encuentran en situación de desplazamiento, ocurrieron dos hechos que ponen en tela de juicio las garantías para el retorno y la restitución de tierras.

El primer hecho consistió en la aparición de dos sujetos (un hombre y una mujer) que se movilizaban en motocicleta, quienes abordaron la caravana en el trayecto San Andrés – Guarataro, grabando con un celular los carros que transportaban a los participantes de la conmemoración. Al llegar a un restaurante llamado Tío Pepe, donde la caravana paró para almorzar, los sujetos reaparecieron, la mujer se había cambiado de ropa, al momento de ser abordados por los acompañantes internacionales, estos sujetos huyeron del lugar.

El segundo hecho de hostigamiento fue protagonizado por un hombre en una motocicleta,quien tuvo bastantes oportunidades para sobrepasar la caravana, pero se mantuvo cerca de la camioneta propiciada como medida de protección a la señora Cecilia Lozano, lideresa de la Asociación de Mujeres Desplazadas del Meta,ASOMUDEM –inmediatamente el esquema de seguridad obligó al sujeto a salir de la carretera quien desapareció en el monte.

Un logro para las víctimas

El hecho de regresar al territorio después de 20 años, compartir entre vecinos y viejos amigos, transitar por las calles y carreteras en las que se aglomeran una cantidad de sentimientos y recuerdos, poder volver a reconstruir los lazos de compañerismo que los cualificaba y demostrar su capacidad de liderazgo con la comunidad, para hacer de Mapiripán un territorio de paz en búsqueda de la verdad frente a los hechos victimizantes, son uno de los tantos logros obtenidos en esta jornada. Así, las víctimas resisten al olvido, resisten al abandono Estatal, dignifican su territorio y unen sus fuerzas bajo una misma lucha.

 

¡Que no se olvide!, ¡Que no se repita!

Mapiripán, 20 años