Comunidad campesina rinde homenaje a niños de Arauca
El pasado viernes 10 de diciembre de 2010, campesinos y campesinas de Arauca se dieron cita en la vereda Flor Amarillo, a media hora de Tame, para realizar un acto de memoria por los 3 hermanos que fueron víctimas de desaparición forzada y tortura y luego masacrados y enterrados en dos fosas a 200 metros de su propia casa en la vereda El Temblador. Yenny, de 14 años, además fue abusada sexualmente.
José Álvaro Torres, padre de Yenny, Yeferson y Yimi, en un sentido discurso, invitó a los padres y madres de familia a no descuidar a sus hijos, «especialmente a sus niñas que están siendo abusadas por parte de la fuerza pública. les pido a toda comunidad en general, que tengan mucho cuidado con sus hijos, con sus hijitas, porque a mis niños me los mataron fue por violar a mi hija»
Esta cruel violación a los derechos de los niños y niñas de Arauca, ha conmovido al país entero. La indignación crece a medida que avanza la investigación. El 2 de noviembre, cuando las denuncias, testimonios y pruebas recogidas hasta el momento señalaban como culpable de la violación de dos menores de edad, una el 2 de octubre y otra el 14 de octubre, en veredas vecinas de Tame, al Subteniente Raúl Muñoz, comandante de la patrulla Buitres, adscrita a la Brigada Móvil 5 del Ejército Nacional, salió al paso el Comandante del Ejército Nacional, general Alejandro Navas Ramos, asegurando en declaraciones en W Radio, que el Subteniente había confesado que tuvo relaciones sexuales consentidas con las dos niñas.
La defensa mediática, que ha emprendido el Ejército Nacional, por el accionar de uno de sus mejores hombres, ya que no cualquiera es comandante de una patrulla especial contraguerrilla, es inadmisible desde cualquier punto de vista ético, jurídico, político, social. Y por el contrario evidencia dos situaciones muy cuestionables dentro de las Fuerzas Armadas.
Por una lado, el desconocimiento básico de algunos miembros de la fuerza pública de quién es o debería ser el adulto, en términos éticos y legales. Y por otro lado, la inconsciencia total de su rol como agente del Estado frente a la sociedad civil, quien en principio protege y garantiza los derechos a partir de un mandato constitucional, en vez de sumar formas de violencia a las ya existentes en el país.
El acto «Por la memoria, la verdad, la justicia y la reparación integral» se llevó a cabo en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, con la participación masiva de comunidades de todos los municipios de Arauca, que acompañaron este acto simbólico de solidaridad y acompañamiento a los familiares de los tres niños asesinados, pero también como un acto de protesta y de exigibilidad.
Durante la jornada, también participaron la Defensoría del Pueblo, representantes de organizaciones internacionales, así como organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos nacionales y regionales, quienes a propósito socializaron un manifiesto exigiendo verdad, justicia y reparación, y acciones correctivas inmediatas por parte del Ejército, como la retirada de la móvil 5 del del departamento de Arauca.
Las cerca de 200 personas que se congregaron para rendir memoria a Yenny, Yeferson y Yimi, peregrinaron al lugar donde fueron encontrados los cuerpos de los niños. Igualmente en el acto se escucharos denuncias de otros casos de violaciones de derechos por parte del Ejército, como detenciones arbitrarias, señalamiento y montajes judiciales y «falsos positivos». Por lo que la comunidad exigió más respeto para los civiles en medio del conflicto, y en especial para los niños y las niñas del departamento.