Familiares de víctimas de ejecuciones extrajudiciales se reúnen con la CEV para exigir que su voz sea escuchada, haya justicia y garantías de no repetición
Este mes de octubre se realizó un encuentro nacional de víctimas de ejecuciones extrajudiciales en la ciudad de Cali, como un acto de reconocimiento y dignificación, en el marco del mandato de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición —CEV—. Allí se reunieron voceros de los familiares víctimas de esta práctica criminal ordenada y perpetrada por miembros de la Fuerza Pública en todos sus niveles de mando. Durante el encuentro las y los voceros alzaron la voz en representación de las víctimas reiterando su exigibilidad de derechos, de verdad, justicia, reparación y no repetición. Para realizar el Encuentro Nacional, se tuvo como precedente una serie de encuentros regionales organizados en 5 regiones del país durante agosto y septiembre con las y los familiares de víctimas de ejecuciones extrajudiciales, quienes compartieron en diferentes espacios sus historias, sus luchas, sus formas de resistencia y su capacidad de formar lazos de unidad.
El primer encuentro se realizó con víctimas de la Región de la Orinoquía el 26 de agosto, en el cual participaron familiares provenientes de Arauca, Caquetá, Casanare y Meta. El segundo encuentro realizado del del 2 al 4 de septiembre recogió a la Región de Antioquía y el Eje Cafetero, Los siguientes encuentros se desarrollaron casi simultáneamente, pues el 5 y 6 de septiembre se encontraron familiares de de víctimas de Boyacá, Cundinamarca, Soacha, Sur de Bolívar, Santander y Norte de Santander en encuentro de la Región Centro Oriente; en estos mismos días se dio el encuentro de la Región Caribe con víctimas del Atlántico, Cesar, Córdoba, Sucre y la Guajira. Por último, desde el 6 y 7 de septiembre, se realizó el encuentro de la Región Sur Andina con víctimas de Huila, Chocó, Nariño, Putumayo, Cauca y Valle del Cauca.
El trabajo reflexivo realizado en los encuentros de las 5 regiones por parte de familiares de víctimas frente a la labor de la CEV, fue un elemento sustancial para realizar el ‘Encuentro por la Verdad: reconocimiento a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales en Colombia’, el cual se llevó a cabo el 5 de octubre en la ciudad de Cali. Los relatos regionales, se plasmaron en la voz de diez representantes elegidos por las mismas víctimas, con el fin de incidir ante la CEV que su voz sea escuchada, que se conozca la verdad sobre lo qué pasó con sus seres queridos y los motivos del por qué acabaron con sus vidas, y que los aportes sean una herramienta que los acerque a la justicia dentro del SIVJRNR. Además de hacer énfasis en la urgente necesidad de una reforma estructural a la Fuerza Pública y a la doctrina militar, para tener verdaderas garantías de no repetición. Por eso, y como lo han venido reiterando las víctimas: “queremos ser escuchados, ser protegidos y ser reparados”; “saber la verdad es lo primordial”; “¿quién dio la orden?”; “¿por qué lo hicieron?”; “¿qué ganaban y quiénes se beneficiaron”?.
Y es que el hecho de realizar este Acto de Reconocimiento como un Encuentro Nacional para familiares y víctimas de ejecuciones extrajudiciales en Cali tiene su génesis en las graves violaciones de derechos humanos que se cometieron en la ciudad durante las jornadas de manifestación del paro nacional iniciado en abril de este año, pues se hicieron evidentes las acciones de miembros de la Policía Nacional en complacencia con civiles armados, quienes abusando de su poder y respaldo Estatal, detuvieron arbitrariamente a jóvenes y miembros de comunidades étnicas, algunos desaparecieron y aún no han sido encontrados o aparecieron muertos; además de las agresiones físicas y sexuales; hechos que recuerdan lo vivido por habitantes de las zonas más apartadas de los cascos urbanos durante décadas y que incluso ha llegado a ser negado por un sector político, tal y como sucedió con estas jornadas.
Durante el Acto de reconocimiento, los representantes de cada región destacaron que del año 2002 al 2008 fue el periodo más duro para todos sus pobladores, pues fueron años marcados por la “seguridad democrática”, en los que la desaparición forzada se afianzó como una estrategia y paso previo a la ejecución extrajudicial de campesinos, campesinas, activistas sociales, población LGBTI+ y jóvenes, que luego presentaban como bajas en combate. Durante estos años también identificaron que además de las guerrillas, los paramilitares y el Ejército, la Policía fue un actor armado que cometió desapariciones, ejecuciones y desplazamientos en contra de la población. Traer a la memoria estos graves crímenes es de suma importancia ya que como resalta uno de los familiares de la región de la Orinoquía, es de suma importancia, pues “Si olvidamos la historia, olvidamos la esencia de construir la verdad. Pedir justicia no es buscar venganza”, pues estos crímenes se siguen cometiendo con la permisividad de un Gobierno que no ha querido entender que el diálogo es el camino.
Estos hechos han afectado la formación personal de sus familiares, pues muchos y muchas han tenido que asumir roles en el hogar para los cuales no estaban preparados, incluyendo su crecimiento como individuos, pues no solo han tenido que actuar como padres o madres para sus hermanas y hermanos más pequeños, sino que son incapaces de confiar en los demás y por ende de relacionarse en una comunidad, no solo por las vivencias, sino también por la estigmatización y el hostigamiento que viven. Una situación crítica por ser tachados como guerrilleros o insurgentes, pero como destaca uno de los familiares de la región del Eje Cafetero, la verdad es que “somos campesinos, trabajadores, luchadores, que queremos la paz, que haya justicia con aquellos que nos arrebataron a nuestros hijos, familiares, vecinos».
Es evidente que los familiares víctimas no solo esperan haber participado de estos encuentros y seguir sintiendo que son instrumentalizados por las instituciones, sino que buscan por parte de la CEV un acercamiento real a la verdad, al esclarecimiento de los hechos y que esto a su vez sea un aporte para alcanzar la justicia, que los victimarios respondan y poder regresa a su territorio. Una de las expectativas de las víctimas, es que con la ampliación del mandato de la CEV se pueda alcanzar un mayor aporte en la construcción de la verdad y el esclarecimiento de muchos casos. Frente al informe, los familiares de las víctimas piden ser incluidas en él y que su trabajo, su esfuerzo y su lucha, se vea reflejado, que cuente la verdad y la información sobrepase fronteras, “que la opinión pública lo conozca, que se lleve no solamente a los entes nacionales, sino a los internacionales”, para seguir trabajando por las víctimas de Colombia y dar cuenta de la sistematicidad de este crimen de lesa humanidad cometido por el Ejército Nacional como una política de Estado, que a pesar de los años, aún continúa y que se siguen protegiendo a muchos de los altos mandos implicados en estos hechos.
La participación de las y los familiares víctimas de ejecuciones extrajudiciales es de suma importancia en estos escenarios para así construir un verdadero camino hacia la paz y la reconciliación. Reconocemos, agradecemos su disposición y compromiso en la lucha incansable por mantener viva la memoria de sus seres queridos y la historia en pro de que estos graves crímenes no vuelvan a ocurrir. Por eso es clave tener en cuenta que la búsqueda de la verdad no termina con la entrega del informe de la Comisión, ni con el fin de su mandato, pues es una lucha que no cesará y en la que seguiremos acompañando su proceso de exigibilidad de derechos, de verdad, justicia y garantizar la no repetición.