Destitución de Piedad Córdoba es otro dardo a los defensores de derechos humanos
La destitución de la senadora Piedad Córdoba es la más grande evidencia de que en Colombia los defensores de derechos humanos son perseguidos, estigmatizados y víctimas de montajes judiciales.
Humanidad Vigente expresa su rechazo a la criminalización que la Procuraduría General de la Nación hace a la labor emprendida por la senadora en la búsqueda de la paz, al destituir e inhabilitar a la senadora Piedad Córdoba durante 18 años para ocupar cargos públicos bajo la acusación de promocionar y colaborar con la guerrilla de las Farc.
Piedad Córdoba es el símbolo de quienes creemos y trabajamos por una salida negociada, política y pacífica del conflicto armado y social que vive nuestro país. Gracias a sus gestiones han sido liberados 13 secuestrados y el debate por una paz negociada se mantiene vigente en las esferas políticas nacionales e internacionales.
En su incansable compromiso, Piedad Córdoba, ha acompañado las movilizaciones y manifestaciones de las organizaciones sociales, de mujeres, desplazados, campesinos, sindicalistas, maestros, jóvenes, afrocolombianos, ayudando a que la voz de estas comunidades y minorías sea escuchada.
La persecución de líderes y defensores de derechos humanos no cesa, por el contrario se ha profundizado desde los mismos agentes del Estado, que hoy acusan a la senadora Piedad Córdoba, ayer encarcelaron a David Rabelo Crespo y mañana manchan injustamente el nombre de la líder política Gloria Cuartas, como ya están reportando algunos medios de comunicación.
Desde Humanidad Vigente apoyamos la labor de la senadora Piedad Córdoba, a quien consideramos una mujer ejemplo de lucha, que vela por la inclusión social y que siempre ha defendido el diálogo por encima de las armas.