¿Qué celebramos del día del niño y la niña en Colombia?
En Colombia, niñas, niños, jóvenes y adolescentes, (NNAJ) han sido y son, víctimas directas, indirectas, e históricas de la desigualdad social y el conflicto armado. La violencia estructural en las familias, y las múltiples violencias que se presentan a raíz del conflicto social y armado como la violencia sexual, las MUSE, el reclutamiento, la utilización, el enamoramiento, la instrumentalización, el desplazamiento forzado, entre otras, continúan afectando gravemente los derechos fundamentales de NNAJ, especialmente los de aquellos que viven en comunidades rurales. En el informe presentado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos1, durante el 2014 se registraron varios casos donde NNAJ, o perdieron la vida, o resultaron gravemente heridos, a causa del conflicto armado.
Respecto al reclutmiento de niñas y niños por parte de grupos armados, y de acuerdo con la publicación del portal Verdad Abierta “ En 2014, 119 menores de edad no escaparon del riesgo y fueron reclutados por algún grupo armado al margen de la ley, para un promedio de 10 por mes, según la Defensoría. Por otra parte la Unidad de Atención y Reparación de las Víctimas, sostiene que a la fecha de noviembre de 2014, 7.722 NNAJ, han sido víctimas de reclutamiento forzado por algún actor armado al margen de la ley”.2 De acuerdo a las estadísticas que presentan,Las bandas delincuenciales al servicio del paramilitarismo en el país, son ahora la principal amenaza para la niñez y juventud colombiana por su permanencia y accionar en áreas rurales y urbanas en donde mantienen control territorial. Por su parte el Ejército Nacional continúa con las “batidas” indiscriminadas en zonas rurales, aprovechando eventos deportivos y culturales, desconociendo que esta forma de reclutamiento está proscrito por la Corte Constirtucional.
En Colombia, aún no se sabe cuántos NNAJ, son y han sido víctimas del conflicto armado, las estadísticas que arrojan los diferentes informes publicados sobre la situación de victimización de esta población, aunque aportan a la memoria histórica, presentan en la mayoría de los casos un alto sub-registro en sus cifras, debido a los diferentes problemas que se presentan a la hora de investigar sobre todo los hechos relacionados en escenarios de conflicto armado. Sumado a esto, poco se denuncia debido a que las personas no creen en las instituciones del Estado ni en los organismos de justicia, porque sus funcionarios no están lo suficientemente preparados para atender, investigar, asesorar y sancionar actos crueles que degradan los derechos de esta población.
Por todo lo anterior, no es suficiente que dediquemos solo un día al año en el mes de Abril para tenerlos presentes y celebrarles, es urgente que el Estado, la sociedad y la familia, asumamos la corresponsabilidad social, ética y política de reconocerlos como sujetos políticos y de derechos, promoviendo y exigiendo la garantía efectiva de todos sus derechos que son de carácter prevalente. También es urgente que se garantice la participación de estos como víctimas del conflicto armado, y que sus voces sean escuchadas y tenidas en cuenta en la construcción de la paz.