En Colombia hay persecución y un genocidio contralíderes y lideresas sociales
Cerca de 3.000 líderes, lideresas y defensores de Derechos Humanos del Cauca, Nariño, Chocó, Catatumbo (Norte de Santander), Bajo Cauca (Antioquia), el sur de Bolívar y Arauca, entre otras regiones llegarán a Bogotá el próximo 28 de abril para instalar el denominado “Refugio Humanitario por la vida de líderes sociales”, quienes exigirán medidas de protección efectivas al Estado y acciones por parte de la comunidad internacional.
Con la firma del acuerdo de paz con las FARC-EP en 2016 y los avances de la mesa de diálogos con el ELN se generó en el país una alta expectativa de avanzar en una reducción de la violencia en el territorio nacional. Si bien disminuyeron las muertes ocasionadas por el conflicto armado, paradójicamente hay un incremento inusitado de agresiones contra líderes sociales en todo el país.
Estas agresiones son de distinto tipo, por un lado amenazas, atentados, detenciones y robos de información, que generan zozobra tanto en las organizaciones sociales como en los territorios donde hay ausencia de institucionalidad que contrasta con una fuerte conflictividad social debido al fortalecimiento de los grupos armados ilegales que tienen como blanco a las comunidades y personas que ejercen liderazgo en defensa de sus territorios.
Otra preocupación por la que miles de líderes viajarán a Bogotá es por las altas cifras de asesinatos, según el último informe del programa Somos Defensores, el año 2018 fue uno de los años más violentos en este tema pues se registran cerca de 155 personas asesinadas, un 43.7% más que el 2017. Otros informes tienen registros de cerca de 600 personas asesinadas desde 2016 hasta la fecha, incluyendo líderes sociales y excombatientes de las FARC y sus familias.
Recientemente, Dimar Torres excombatiente de las FARC, fue asesinado en vereda Campo Alegre del departamento de Norte de Santander, quien sin justificación alguna recibió disparos por parte del ejército nacional y posteriormente los victimarios intentaron esconder el cuerpo, gracias a la presión de la comunidad que de inmediato llegó al lugar de los hechos, se logró poner en evidencia lo que sería el primer caso de falso positivo o ejecución extrajudicial del gobierno de Iván Duque.
Así mismo, el Refugio Humanitario denunciará desde Bogotá lo que desde algunas organizaciones sociales han denominado una campaña de persecución al movimiento social. Pues los señalamientos a regiones enteras como el Catatumbo (Norte de Santader) y a organizaciones sociales, por parte de altos funcionarios del Gobierno Nacional, de ser inflitradas por la insurgencia, el narcotráfico y las bandas delincuenciales, han puesto en riesgo a quienes habitan estas regiones y los miembros de organizaciones sociales que defienden el territorio y los derechos humanos.
Por todo esto, el Refugio Humanitario por la Vida desplegará una ardua jornada de trabajo desde el 28 de abril hasta el 2 de mayo que espera tener como resultados compromisos por parte del Estado para poner en marcha mecanismos eficaces e integrales para la protección de la vida, la dignidad y la libertad de las personas defensoras de Derechos Humanos en los territorios y también trazar agendas de trabajo con países y organizamos multilaterales de la comunidad internacional.