Barrancabermeja: Más de una década sin justicia
Todavía son 20 las familias que no saben absolutamente nada de sus seres queridos que aquel día fueron llevados a la fuerza en dos camionetas que en ningún momento fueron detenidas por el Ejército o la Policía; como lo denuncia el Tribunal Internacional de Opinión (TIO), en el fallo del caso: «Ha quedado probado que los disparos efectuados por el grupo atacante de la población civil tuvieron que ser claramente escuchados por los militares de guarnición, y, sin embargo, nada hicieron ante ello».
En el fallo del TIO, que no tardó sino un año para publicarse contrario a la justicia Colombia que aún no ha producido ninguna sentencia clara, también se denuncia que las Fuerzas Militares sabían su «misión de protección de la población civil (que) se les imponía como primer deber y que estaba a su alcance hacerlo.» Añade que era «materialmente imposible entrar y salir utilizando diversos vehículos sin que los militares se percataran de ello.»
Cabe resaltar, tal vez por ser la única medida justa o por el cinismo de revocarla, que a Rodrigo Pérez, cabo segundo del Batallón Nueva Granada, lo sentenciaron en agosto de 1998 por los hechos, pero menos de un año después quedó en libertad tras pagar una fianza.
Lo más insolente del caso es que a pesar de todos los señalamientos de organizaciones internacionales, hasta del autor material y del largo tiempo sin verdad, justicia ni reparación, no se ha judicializado efectivamente ningún miembro de la Fuerza Pública.
Con todos estos antecedentes queda recordar, para seguir exigiendo con argumentos y justa causa, todas las acciones que pudo haber emprendido el Gobierno, pero que no lo hizo: identificar, juzgar y castigar a los autores; informar sobre el paradero de las veinte personas que aún siguen desaparecidas; proceder a separar del cargo a los miembros de la Fuerza Pública que de forma directa o indirecta participaron en la ejecución; declarar la ilegalidad de los grupos paramilitares; indemnizar a los familiares de las víctimas y facilitar la debida asistencia sicológica y otros servicios necesarios para que estas familias puedan superar los traumas sufridos por la violencia; garantizar la vida, integridad y libertad de quienes han concurrido ante los Tribunal, las autoridades judiciales y de control.
Como resultado de esta situación, que empezó hace 12 años, una de las últimas opciones que tiene Barrancabermeja de obtener justicia es a través de los tribunales internacionales que se caracterizan por sus procesos lentos.
Para cerrar con broche de oro; es decir, sin oportunidad de olvidar uno de los tantos casos de violación de derechos vividos en Colombia, queda en la mente aquel paramilitar que en medio del bazar degolló a Pedro Julio Rondón Hernández porque se rehusó a acostarse en el piso y entrar a la camioneta que manejaban los hombres de ‘El Panadero’.
Asesinados:
Pedro Julio Rondón,Germán León Quintero, Jesús Argüello Solano, Diomidio Hernández Pérez, EliécerQuintero Osorio, José Javier Jaramillo Díaz, Nayer Enrique Guzmán.
Desaparecidos:
Orlando Martínez, Juan de JesúsValdivieso, Riky Nelson García, Jaime Yesid Peña, José Octavio Osorio, WilfridoPérez Serna, Wilson Pacheco, José Milton Cañas, Diego Fernando Ochoa, María AlejandraOchoa, Giovanny Herrera, Carlos A. Alaixt Prada, Oswaldo Enrique Vásquez, EnderGonzález Baena, Libardo Londoño, Roberto Wells Gordillo, José Reinel Campo A.,Fernando Ardila Landinez, Daniel campos Pérez, Gary de Jesús Pinedo, OscarLeonel Barrera, Melquisedec Salamanca, Carlos E. Escobar, Juan Carlos Rodríguezy Luis Hernando Suárez.