No cesan los crímenes contra niños, niñas, adolescentes, jóvenes y comunidades étnicas en Colombia
Repudiamos y rechazamos los hechos de violencia sexual, las masacres y todo tipo de violencia y ataques contra niños, niñas, jóvenes y comunidades afrocolombianas y pueblos étnicos, que se han presentado de forma sistemática y que han incrementado con el gobierno de Iván Duque.
Apenas ha pasado un mes y unos días de haberse conocido públicamente de los vejámenes sexuales a los que fue sometida una niña indígena, por parte de integrantes del ejército nacional, el pasado 22 de junio, y con ello otros hechos en los que se pone en evidencia que las niñas son víctimas de una práctica sistemática y generalizada de violencia sexual que en la mayoría de los casos permanecen en la impunidad; y nuevamente, esta semana volvemos a conocer más hechos de violencia, discriminación y odio contra adolescentes y jóvenes que evidencian un problema estructural.
Según fuentes de prensa el domingo 9 de agosto miembros de grupos armados al parecer paramilitares, asesinaron dos estudiantes de un colegio del municipio de Leiva, Nariño, cuando se dirigían a la casa de una profesora a entregar trabajos escolares[1]. El 11 de agosto se conoció el caso de Luís Álvarez, joven de 17 años de la comunidad LGTBI, quien fue atacado con un máchate por su orientación sexual; durante el ataque perdió una parte de uno de sus brazos[2]. Durante la noche del mismo 11 de agosto se reveló una masacre ocurrida en el barrio Llano Verde de Cali, en la que Josmar Jean Paul Cruz Perlaza y Leider Cárdenas Hurtado de 16 años, Luis Fernando Montaño y Álvaro José Caicedo Silva de 15 años, y Jair Andrés Cortes Castro de 14 años, menores de edad afrocolombianos que fueron torturados, asesinados y dejados cerca de las viviendas en un cañaduzal[3].
Es decir que en menos de una semana un adolescente fue atacado brutalmente y siete adolescentes fueron asesinados en hechos que según el gobierno, aún son materia de investigación. Sin embargo, basta con ver el recrudecimiento de la violencia en las zonas más apartadas, en las regiones más golpeadas por el conflicto armado y ver que los ataques siempre se han dirigido contra los mismos, líderes y lideresas, defensores y defensoras, comunidades indígenas y afrocolombianas, y niños, niñas y jóvenes. Esto es un problema estructural que se ha remarcado por los ataques a niñas, adolescentes, jóvenes y miembros de comunidades étnicas, lo que se traduce en expresiones de discriminación racial, étnica, sexual que han afectado a las comunidades indígenas y sus niñas violentadas por miembros del Ejército Nacional, o las comunidades afrocolombianas quienes recientemente pierden a 5 menores en la masacre de Cali.
Solo en Cali y según el programa ‘Cali Cómo Vamos’, durante los seis primeros meses del año, se registraron 28 asesinatos a menores de edad, de los cuales 2 eran mujeres[4]. Sin embargo, ampliando el registro a nivel nacional y población afrocolombiana, según un informe de Indepaz, desde que Iván Duque asumió su papel como presidente, hasta julio de 2019, se han perpetrado 176 asesinatos a miembros de organizaciones étnicas[5], y es que desde que Duque comenzó a dirigir al país con su partido político, la violencia se intensificó, desde ‘Colombia 2020’ se hizo un balance de los dos primeros años de gobierno, en los que se destaca como con la firma del Acuerdo de Paz las masacres disminuyeron y con su posesión han venido aumentando, pues en 2017 –luego de la firma– se registraron 11 masacres, en 2018 –año de su posesión– la cifra llego a 29, y en 2019 fueron 36[6]. También es de destacar que según el Boletín estadístico mensual de Mayo 2020 del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, durante los cinco primeros meses del año murieron por homicidio 1.825 niños, niñas, adolescentes y jóvenes[7].
Esto es una muestra de las prácticas genocidas que afectan a los niños, niñas, jóvenes y comunidades étnicas que hacen parte de las poblaciones más vulnerables; genocidio que se ha ido legitimando ante la mirada de una sociedad indiferente, racista y homófoba, y de un Gobierno que pese a innumerables llamados de organizaciones nacionales e internacionales, se aparta de su deber legal y constitucional para actuar de manera efectiva para prevenir estos hechos y proteger a quienes demandan una protección reforzada e integral. Por eso, extendemos nuestras condolecías y solidaridad con las familias de los niños, niñas y jóvenes atacados y asesinados, con las comunidades afrocolombianas y los pueblos étnicos que han visto vulnerados sus derechos y su integridad; y nos sumamos al llamado de las organizaciones afrocolombianas para exigir al Gobierno que tanto a nivel regional como nacional, se cumplan los compromisos con las víctimas afrocolombianas; además de que se implemente un plan de acción y protección que detenga los ataques y asesinatos en contra de los niños, niñas, jóvenes y miembros de organizaciones étnicas.
Sigue el Comunicado de AFRODES Cali sobre la masacre de 5 jóvenes en Llano Verde
[1] https://noticias.caracoltv.com/colombia/tres-jovenes-fueron-asesinados-en-narino-cuando-iban-a-entregarle-una-tarea-a-su-profesora
[2] https://www.bluradio.com/judicial/quiero-ser-chef-y-estudiar-belleza-luis-el-nino-mutilado-por-ser-homosexual-261864-ie3509872
[3] https://www.savethechildren.org.co/articulo/masacre-en-cali-deja-cinco-adolescentes-asesinados
[4] https://www.eltiempo.com/colombia/cali/debate-por-los-menores-tras-masacre-de-cinco-adolescentes-en-cali-528754
[5] http://www.indepaz.org.co/wp-content/uploads/2019/07/Informe-parcial-Julio-26-2019.pdf
[6] https://www.elespectador.com/colombia2020/pais/dos-anos-del-gobierno-duque-la-cifras-de-la-guerra/
[7] https://www.medicinalegal.gov.co/documents/20143/494197/5-mayo-2020.pdf/3f8d8422-ba5d-85fc-6524-cf2df79649fb