Se instaló mesa de concertación interétnica en la Zona de Reserva Campesina Aires de Paz, Arauca
Después de un año de acercamientos y construcción de confianzas, entre indígenas del pueblo Hitnu y campesinos de la Zona de Reserva Campesina (en proceso) Aires de Paz, el 16 de diciembre se instaló la mesa de concertación entre estas dos comunidades en el caserío de Bocas del Ele, municipio de Arauca. La jornada inició a las 9:30 de la mañana con presencia de 130 asistentes, entre líderes comunales y campesinos de la ZRC Aires de Paz, autoridades indígenas de los asentamientos de Mono Garra, La Ilusión, La conquista, Providencia, El trapiche y el Romano del pueblo Hitnu; además del acompañamiento de la Asociación Campesina de Arauca ACA que impulsa la creación de la ZRC y apoya la Asociación Hitnu y el INCODER territorial Arauca. El proceso que termina su primera etapa con la instalación de la mesa de concertación y una importante agenda para el próximo año, tiene como objetivo dirimir los conflictos territoriales entre indígenas y campesinos de dicha zona de manera concertada, teniendo en cuenta que las dos comunidades padecen de igual manera el abandono del Estado, los rigores del conflicto social y armado que vive el país y se hace necesario cerrar la brechas que generan conflictos entre unos y otros, a fin de generar y fortalecer los lazos de unidad para adelantar la defensa del territorio, hoy fuertemente amenazado por la voraz explotación petrolera. El pueblo Hitnu, está conformado por cerca de 600 indígenas asentados en las sabanas de Arauca con un territorio de cerca de 8.500 hectáreas en los resguardos San José del Lipa y La Vorágine que hace parte de la gran reserva indígena San José del Lipa creada mediante resolución 047 de 1974 por el INCORA, con aproximadamente 18.500 hectáreas. Los Hitnu son indígenas nómadas, recolectores, pescadores y cazadores con una gran riqueza cultural, pues aún conservan su lengua y buena parte de sus costumbres, aunque el conflicto social y armado, la explotación petrolera y la colonización les ha reducido sus medios de subsistencia. Los campesinos de la ZRC Aires de Paz, son colonos que en la década de los 60 y 70 llegaron de muchos lugares del país, escapando de la violencia y con la ilusión de tener un pedazo de tierra donde trabajar y sacar adelante sus familias. Parte del territorio que aspiran los campesinos a convertir en ZRC, hace parte de gran Zona Especial de Colonización establecida por el INCORA mediante resolución 219 de 1972, donde se prometió a los campesinos acceso a la tierra en condiciones de equidad estimulando el desarrollo agropecuario, al respecto la resolución señala en su parte motiva: i) “El volumen de las inversiones, el interés de lograr una adecuada explotación de los recursos naturales y la urgencia de asentar colonos emigrantes de Boyacá y los Santanderes, en condiciones que signifiquen rentabilidad para las familias y repercusión beneficiosa en la economía regional y nacional, determinan la necesidad de establecer un régimen jurídico especial sobre el área de trabajo señalada, con el propósito de asegurar una ordenada y equitativa apropiación de la tierra y el máximo aprovechamiento de las obras de infraestructura proyectadas”. El problema es que de los recursos propios del Estado y el empréstito del Banco Interamericano de Desarrollo BID que señalaba la resolución, supuestamente para apoyar a los colonos y el desarrollo agrícola en la zona, poco se supo, por el contrario hoy después de 41 años el abandono por parte del Estado sigue a la orden del día, infortunadamente de las promesas hechas a los campesinos incluso por escrito por parte del INCORA para convencerlos de colonizar parte del hoy departamento de Arauca, poco o nada se ha cumplido pues estos siguen asentados en terrenos baldíos, sin derecho a la formalización de la propiedad, ya que ahora se argumenta que las compañías petroleras tienen más derecho que ellos por lo que no se les pueden otorgar títulos. Una buena fórmula que encontraron algunas instituciones del Estado para sacar a campesinos e indígenas del territorio, fue intentando ponerlos a disputarse el mismo territorio y así lograr finalmente posesionar a las compañías petroleras que buscan afanosamente sacar el petróleo que existe en todo el subsuelo de la región. Por todo lo anterior campesinos e indígenas decidieron inteligentemente poner en común sus aspiraciones al territorio para construir un acuerdo, en tal sentido en la asamblea realizada cada uno expuso sus posiciones: 1. Los indígenas Hitnu aspiran a la ampliación de sus dos resguardos dentro de la reserva indígena, al respecto proponen que se unan los seis (6) asentamientos existentes ya que entre asentamiento y asentamiento hay presencia de colonos, esto con el fin de tener más comunicación entre ellos y mejorar los lazos de solidaridad y hermandad, así como eliminar los conflictos que se presentan entre indígenas y colonos por el tránsito y actividades de los unos y los otros en el mismo territorio. 2. Los campesinos de la ZRC Aires de Paz proponen esclarecer los límites de la reserva indígena San José del Lipa, pues en la resolución se habla de 18.500 hectáreas y en los mapas aparecen 28.500 hectáreas, afectando 10.000 hectáreas ocupadas por colonos. De otra parte aspiran a obtener títulos de los terrenos que queden después de ampliar y sanear los resguardos indígenas, pues plantean que la Reserva indígena fue decretada luego de la Zona Especial de Colonización y sin tener en cuenta los derechos de los colonos. 3. Los campesinos de Aires de Paz también aspiran que una vez se tome la decisión de ampliar los resguardos, el INCODER les pague las mejoras existentes en sus parcelas y les proporcione un programa de reubicación, en las mismas condiciones y extensión del terreno que ocupan, pues ellos siempre han respetado los límites de los resguardos pero han ocupado parte de la reserva indígena, ya que esta se decretó posterior a su llegada a la región y algunos ni siquiera conocían su existencia, ejemplo de ello es que ni el INCODER tiene claros los límites de la misma. Después de escuchar las aspiraciones de las dos comunidades se procedió a instalar la mesa de concertación campesina e indígena que quedó conformada por doce personas así: Un representante de cada uno de los seis asentamientos indígenas y seis representantes de los campesinos de la ZRC Aires de Paz, igualmente se levantó una acta que dejo consignados los siguientes acuerdos: 1. Se acuerda continuar dialogando en 2014 estableciendo una agenda y ruta metodológica al inicio del año. 2. El INCODER se compromete a esclarecer los límites de la reserva indígena San José del Lipa en el primer trimestre de 2014. 3. La mesa de concertación hará gestiones para saber en qué estado se encuentran las solicitudes de ampliación de resguardos radicadas por el pueblo Hitnu y exigir que se agilicen sus trámites. 4. Los indígenas Hitnu y los campesinos se comprometen a respetarse mutuamente, ya que se han presentado quejas por hurto de animales domésticos atribuidos a los indígenas, quienes reconocieron los hechos y se justificaron en la falta de alimentos, pero igualmente se comprometieron a controlar dichas anomalías. En un ambiente de cordialidad y camaradería termino la asamblea, reafirmando una vez más que las Zonas de Reservas Campesinas no ponen en riesgo los territorios indígenas, por el contrario al elevar el nivel organizativo de sus comunidades dan paso a la construcción de acuerdos para dirimir conflictos irresueltos por décadas, como es el caso de los campesinos de Aires de Paz y los indígenas Hitnu que ya hablan de la posibilidad de una ZRC interétnica.