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Rechazamos los recientes hechos de violencia contra niñas, niños y jóvenes en Colombia, particularmente miembros de comunidades indígenas

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Desde Humanidad Vigente Corporación Jurídica rechazamos los recientes hechos de violencia contra niñas, niños y jóvenes en Colombia, particularmente miembros de comunidades indígenas.

El hecho más reciente se presentó el pasado 29 de julio en el municipio de Tumaco, Nariño; allí, hombres armados llegaron hasta el hogar de dos jóvenes de 17 años pertenecientes al resguardo indígena Saude Wiway de la comunidad Awá, a quienes sacaron de sus casas y obligaron a subir a una camioneta. En la tarde, los cuerpos de los dos jóvenes Rodrigo Luciano Pai Nastacuas y Marco Tulio Pai Nastacuas fueron hallados en la carretera. Un día más tarde, las autoridades indígenas de la comunidad informaron que otro de los jóvenes – Andrés Camilo Nastacuas –  también habría sido asesinado, tras encontrar su cuerpo en cercanías al resguardo.[1]

Una situación similar se presentó en marzo del año en curso, cuando hombres armados llegaron al resguardo El Gran Sábalo de la comunidad Awá en Tumaco, allí sacaron de su casa al joven Marlon Hernando García Pascal, miembro de la Guardia Indígena, y lo asesinaron; evidenciando un patrón en la forma de actuar y de una situación de la cual ya se había advertido por la Defensoría del Pueblo a través de la Alerta Temprana 045/19, ante las amenazas y actos de intimidación constantes en contra de esta comunidad. Para la fecha, la Unidad Indígena del Pueblo Awá había anunciado que desde 2022 registraban 10 víctimas mortales por el conflicto armado en sólo ese resguardo.[2]

Durante este primer semestre de 2023 se presentaron más hechos de violencia, tanto por el asesinato, como por el reclutamiento, ejemplo de ello la masacre de cuatro jóvenes de 14 a 16 años del pueblo indígena Murui en límites entre Caquetá y Amazonas, quienes habían escapado de las filas de un grupo armado, pero posteriormente fueron asesinados delante de la comunidad, mientras esperaban ser evacuados.[3] O el caso de dos jóvenes indígenas, también de 14 y 16, quienes habían sido reclutados en el norte del Cauca.[4]

Es evidente que la violencia y los efectos del conflicto armado siguen impactando de forma directa a la niñez y la juventud en Colombia, por lo que se hace necesaria y de manera urgente, la implementación de acciones efectivas para proteger a esta población y en particular a quienes forman parte de las comunidades indígenas en el país. Expresamos nuestro total rechazo por las vulneraciones que están viviendo los niños, niñas y jóvenes en Colombia, y exigimos al Estado colombiano no sólo que adelante las investigaciones pertinentes, sino que haga un seguimiento a este tipo de hechos, para poder brindar garantías reales de protección y permanencia en el territorio, respetando y dando lugar prioritario a los derechos de la niñez y la juventud. ¡Levantamos la voz para que la niñez quede fuera de la guerra!

 


[1] https://www.elcolombiano.com/colombia/masacre-en-tumaco-tres-integrantes-del-pueblo-awa-fueron-asesinados-MF22055238

[2] https://caracol.com.co/2023/03/06/reportan-el-asesinato-de-un-lider-juvenil-en-tumaco/

[3] https://www.infobae.com/colombia/2023/05/21/revelaron-nuevos-detalles-de-la-masacre-de-cuatro-menores-indigenas-en-putumayo/

[4] https://redmas.com.co/colombia/Liberan-a-dos-adolescentes-que-estaban-en-poder-de-disidencias-de-las-Farc-20230317-0049.html

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