Informe preliminar de la Misión de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos durante recorrido en Colombia
El pasado jueves 3 de junio, la Misión de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos, realizó una rueda de prensa para presentar un Informe preliminar de conclusiones del recorrido de verificación que ha realizado en diferentes regiones del país desde su llegada. La Misión llegó desde Argentina y ha estado en el país desde el 25 de mayo, días en los que ha podido realizar recorridos de verificación y acompañamiento en Cali, Bogotá, Pereira, Popayán y Medellín, por la represión Estatal durante las jornadas de Paro Nacional.
Desde el 28 de abril inició el Paro Nacional para manifestar el sentir de gran parte de la población, el pueblo colombiano salió a las calles a manifestarse en contra de las reformas económicas, la inequidad y desigualdad social, el asesinato a líderes y lideresas, el precario sistema de salud y vacunación, y el mal manejo que ha tenido el Gobierno Nacional frente a todas estas problemáticas. Sin embargo, a esto se sumó la irrespetuosa, retadora y desconsiderada respuesta del Gobierno a la protesta social y pacífica, pues la represión violenta, la intimidación y los excesos de la Fuerza Pública, avivaron el descontento social por la incapacidad de que sus dirigentes logren tener un buen manejo frente a los problemas que atraviesa el país.
Frente a este panorama, la visita de la Misión desde Argentina, cobra gran importancia, pues el llamado y presencia internacional al Presidente Iván Duque, son las única forma en la que quizá las instituciones comiencen a cumplir con su rol en la sociedad Colombiana. Además, es una forma de mostrarle al mundo la sistemática violación de derechos humanos por parte de la Fuerza Pública y civiles armados, en complicidad con el Gobierno Nacional, sus instituciones y medios masivos de comunicación, pues en el país hay un cerco mediático, lo que causa desinformación y manipulación; razones por las que la Misión se desplazó a distintos territorios, para acompañar y conocer directamente la situación de derechos humanos y afectaciones.
En su paso por el país, la Misión se pudo contactar con múltiples organizaciones de derechos humanos que han documentado vulneraciones, abusos y excesos de la Fuerza Pública en las jornadas de Paro Nacional. Estas organizaciones apoyaron el trabajo de los integrantes de la Misión y brindaron información sobre casos y cifras que pudieran revisar y contrastar. Con dicha información, voceros y voceras de la Misión manifestaron que se ha criminalizado la protesta y los medios tienen gran influencia en esto, pues las jornadas han sido totalmente pacíficas, y por el contrario, existe el registro de irrupciones violentas y afectaciones perpetradas por miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD).
De igual forma y ante la recopilación de información de casos de abusos, las víctimas expresaron la importancia de no dar su identidad, pues las amenazas y el temor a represalias por parte de sus victimarios es latente, más aún cuando hay una complicidad entre la Fuerza Pública, las instituciones y la inactividad del Estado, pues incluso, frente a una violación de derechos humanos, primero se criminaliza a las víctimas, antes que hacerlo con sus victimarios.
Otro punto que destacó la Misión en el informe preliminar, es la disparidad en las cifras que registran las organizaciones sociales y de derechos humanos, versus, las cifras que maneja el Gobierno desde la institucionalidad como la Fiscalía. Algo que se puede entender desde la omisión del Estado y su responsabilidad por las afectaciones a los civiles, frente a la mirada de la comunidad internacional. Y es que durante las jornadas de Paro Nacional, se han presentado hechos como desaparición forzada, detención arbitraria, censura, acoso, abuso sexual (tocamientos y violaciones), violencia física (golpes, lesiones oculares y tortura) y homicidios, perpetrados presuntamente por miembros de la Fuerza Pública.
La Misión concluye con que el Estado colombiano debe ser investigado, pues en el marco del Paro Nacional, miembros de la Fuerza Pública, habían desaparecido, asesinado, torturado, abusado, perseguido, amenazado e intimidado al pueblo colombiano por la represión desatada. El Estado colombiano, debe ser investigado por haber determinado como enemigo a la mayoría de su pueblo, representado por jóvenes, estudiantes, mujeres, comunidad LGTBI, trabajadores, indígenas, campesinos, afrodescendientes, líderes y lideresas sociales, defensores y defensoras de derechos humanos, prensa independiente y organizaciones de la sociedad civil.
Para cerrar la sesión y el informe preliminar antes de que la Misión vuelva a Argentina, recalcaron que ninguna de las intimidaciones detuvo el objetivo con el que vinieron a Colombia, el cual ha sido recabar las denuncias de derechos humanos en distintos puntos del país, para llevar esas voces distintos organismos internacionales, como la Unión Europea o la ONU con quienes se han reunido, y próximamente con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con quien se esperan poder reunir. De igual forma, la Misión se va con el compromiso de poder acercar a los organismos locales como Procuraduría, Defensoría y Fiscalía, quienes pese a que no los han recibido, sí esperan poder trabajar, para finalmente presentar el Informe final desde Buenos Aires.