En Villavicencio marcharon a defender el agua
Foto: Mesa Hídrica Del Piedemonte Llanero
Con caminatas simultáneas en varios sitios, gente pidió respeto por la naturaleza.
La marcha que se realizó en 27 municipios de la región para reclamar por la defensa del medio ambiente y el agua fue exitosa.
Para el caso de Villavicencio, unas 6.000 personas caminaron en orden y de manera pacífica desde la sede de la Cámara de Comercio hasta la plaza Los Libertadores, reclamando porque los nacederos de agua están siendo afectados por las actividades petroleras.
Juan Guillermo Zuluaga, alcalde de Villavicencio, dijo que hubo una masiva participación y que eso es una buena señal para quienes están a favor del agua.
«Mi obligación es apoyar a las comunidades que se sienten afectadas por las labores que intervienen negativamente el medio ambiente y atentan contra el agua», dijo el Alcalde.
Así mismo, Zuluaga pidió que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) atienda estos llamados de atención de la comunidad para que, «cada vez que vaya a otorgar una licencia ambiental, tenga mucho cuidado y sobre todo no la entregue desde Bogotá, sino que primero conozca la región y su realidad, y la recorran para saber de qué se está hablando».
Por su parte Albeiro Serna, alcalde de Cumaral, sostuvo que en su municipio marcharon cerca de 2.000 personas por las principales calles y advirtió que la preocupación es alta, porque sigue latente la amenaza en los nacederos de agua por los trabajos que hacen empresas petroleras en las partes altas de Cumaral como en las veredas Chepero, San Joaquín Alto, Juan Pablo II, Caney Medio y Guacavía.
«El pueblo cumaraleño está pensando hacer los trámites para efectuar una consulta popular y preguntarle a la gente si está de acuerdo o no con los trabajos de la industria de hidrocarburos, y si acepta la presencia de esas empresas en nuestro municipio», dijo el alcalde de Cumaral.
Wilson Bravo, coordinador agropecuario y ambiental de El Calvario, dijo que existe una comunidad que está inconforme con los trabajos que amenazan los nacederos de agua y que no se concibe que se haga sísmica en una zona de alta montaña, donde brota el agua.