Poco que celebrar en Colombia
Nota de prensa de en el Día de los Derechos Humanos 2017.
Bruselas, 11 de diciembre de 2017
Ayer se conmemoró el día de los derechos humanos a nivel mundial y se cumplieron 69 años desde que la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, aunque en Colombia, hay poco que celebrar.
No se puede dejar de lado el hecho de que este año haya echado a andar la implementación del Acuerdo de Paz que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno colombiano firmaron en noviembre de 2016. Esto es un paso fundamental hacia la consecución de la paz y el pleno disfrute de todos los derechos humanos para la ciudadanía colombiana.
Sin embargo, esta implementación se ha visto afectada por el fin del Fast Track el pasado 30 de noviembre que permitía la tramitación más rápida de los proyectos de ley necesarios para hacer realidad el Acuerdo de Paz. Uno de los últimos aprobados, el relativo a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), contiene una gravísima inhabilidad para personas defensoras de derechos humanos que no podrían ostentar cargos en esta jurisdicción contribuyendo así a la estigmatización de su labor.
A esta estigmatización hay que agregar la situación de indefensión y persecución que el colectivo de personas defensoras de los derechos humanos sufre en Colombia. Las amenazas, hostigamientos y asesinatos son una constante y estos últimos van en aumento ya que, según el Programa Somos Defensores, entre el 1 de enero y el 30 de octubre de 2017 se produjeron 91 asesinatos de personas defensoras por 80 de ellos durante todo el año 2016.
En lo que respecta a derechos económicos, sociales, culturales (DESC), el Comité a este respecto de Naciones Unidas evaluó a Colombia en septiembre de 2017 y señalo en sus observaciones finales, entre otros, la falta de garantía en la aplicación de la diligencia debida en materia de derechos humanos por parte de las empresas; la necesidad de cumplir con el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales o la de garantizar el pleno funcionamiento de los mecanismos y registros establecidos para la restitución de tierras.
Por todo ello, desde OIDHACO queremos exhortar a la Unión Europea, su Estados Miembros, Suiza y Noruega a que redoblen sus esfuerzos para contribuir a la protección de las personas defensoras de los derechos humanos en Colombia así como para apoyar y monitorear la implementación del Acuerdo de Paz y las recomendaciones de los Comités de Naciones Unidas. Del mismo modo, les instamos a ser constructivos y realizar aportes y recomendaciones oportunos de cara al proceso del Examen Periódico Universal (EPU) al que Colombia será sometida en mayo de 2018.
Para más información, contactar con Miguel Choza Fernández en el +32 (0)2 536 1913 o en oidhaco@oidhaco.org.
Little to celebrate in Colombia
Press release on the Human Rights Day 2017 Brussels, 11 December 2017
On 10 December 2017, people around the world commemorated International Human Rights Day and the 69th anniversary of the adoption of the Universal Declaration of Human Rights by the United Nations General Assembly. In Colombia, however, there was little to celebrate.
It is important to recognise that the Peace Agreement between the Revolutionary Armed Forces of Colombia – Peoples’ Army (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo – FARC-EP) and the Colombian government was signed in November 2016 and has begun to be implemented this year. This is a fundamental step towards the achievement of peace and the full enjoyment of all human rights for Colombian citizens.
However, this implementation has been affected by the end of the Fast Track system on 30 November 2017. This system enabled faster processing of the laws needed to make the Peace Agreement a reality. One of the last laws to be approved under this system, on the Special Jurisdiction for Peace (JEP), excludes human rights defenders by prohibiting them from holding positions in this jurisdiction, thus contributing to the stigmatisation of their work.
Added to this stigmatisation is the persecution and lack of protection faced by Colombian human rights defenders collectively. They face constant threats, harassment and killings, and according to the We Are Defenders Program, these killings are on the rise. Between January 1 and October 30, 2017 there were 91 murders of human rights defenders, compared to 80 during the whole of 2016.
The United Nations Committee on Economic, Social and Cultural Rights (CESCR) assessed Colombia in September 2017 and noted in its concluding observations the lack of guarantees for the application of human rights due diligence by companies; the need to comply with ILO Convention 169 on indigenous and tribal peoples; and the need to guarantee the full functioning of mechanisms and registers established for land restitution.
In light of the above, OIDHACO calls upon the European Union, its Member States, Switzerland and Norway to double their efforts to contribute to the protection of human rights defenders in Colombia and to support and monitor the implementation of the Peace Agreement and the recommendations of United Nations Committees. We also urge these members of the international community to offer constructive and timely support and recommendations for Colombia’s examination under the Universal Periodic Review (UPR) process in May 2018.
For further information, contact Miguel Choza Fernández on +32 (0)2 536 1913 or at oidhaco@oidhaco.org.