Fuerza Aérea Colombiana bombardea indiscriminadamente la zona rural de San Calixto y Hacarí en el Catatumbo

El pasado 10 de abril de 2014, siendo las 12 del mediodía, aviones de tipo desconocido, pertenecientes a la Fuerza Aérea Colombiana, descargaron un artefacto explosivo a escasos 500 metros de algunas viviendas de la vereda El Encanto, del corregimiento Santa Catalina, perteneciente al municipio de San Calixto (Norte de Santander).

Resultaron afectadas cuatro fincas en las que se registraron daños graves sobre una casa y diferentes desperfectos en la naturaleza que se encontraba alrededor, entre las que destacan numerosos árboles derribados y reventados y un gran cráter en el piso. La explosión generó un incendio en un bosque cercano, calcinando abundante vegetación.

En las veredas El Perdido, corregimiento de Santa Catalina, y El Progreso, corregimiento La Cristalina, ambas del municipio de San Calixto, también sufrieron este tipo de ataques indiscriminados por parte de la aviación.

En esas veredas, próximas entre sí, se registraron continuos sobrevuelos de aviones, sin que la comunidad pueda asegurar de qué tipo de aparatos se trata.

Existen antecedentes en la zona de esta actuación que viola el derecho internacional humanitario. Aproximadamente un mes antes del mencionado ataque, sobre las cuatro de la madrugada, en la vereda La Laguna del municipio de Hacarí, se produjeron varias explosiones y ametrallamientos sobre la cancha, recién construida por la comunidad. Según el testimonio de la población y según la denuncia hecha ante los miembros de Ascamcat que se encontraban en la zona, el actuar de la FAC afectó gravemente a una casa y al equipamiento deportivo.

Durante los siguientes días los sobrevuelos continuaron de manera amenazante sobre los caseríos. Los aparatos tampoco pudieron ser identificados por la población, que afirma que no habían visto ese tipo de aviones antes y que son diferentes a los Kfir de fabricación israelí, por tamaño y velocidad.

Estos hechos han generado gran zozobra y angustia en la población por lo indiscriminado e imprevisible de los ataques, más todavía cuando en ninguno de los casos existía presencia de ningún grupo guerrillero en la zona, ni siquiera en las cercanías.

Al parecer los bombardeos se están haciendo de manera planificada de suroeste a noroeste, sin haber ningún motivo aparente para actuar así.

La brutal actuación, afortunadamente, no produjo pérdidas en vidas ni tampoco heridos aunque tememos que, de seguir ese operativo, pudieran generar más víctimas.

Ascamcat se encuentra preparando una comisión de verificación para poder recoger más datos de los sucedido en la zona, y poder dar mayor difusión de esas violaciones al DIH y los derechos humanos por parte de la Fuerza Pública.

El principio de distinción, recogido en el derecho internacional humanitario, debe ser respetado y protegido por parte de todos los actores del conflicto y, especialmente, por el Estado colombiano como garante de la seguridad en todo el territorio nacional. Por el contrario, las Fuerzas Armadas sistemáticamente hostigan, señalan, disparan y hacen montajes contra la población, en lo que es una agresiva estrategia de guerra contra los civiles.

Responsabilizamos al mayor general del aire Guillermo León León, comandante de la FAC; al ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón; y al presidente de la República, Juan Manuel Santos; por los daños materiales y morales que ha provocado el accionar brutal de los aviadores que ejecutaron esos atentados contra la población civil.

Exigimos el cese de las operaciones militares orientadas a generar terror en la población y exigimos que se mantenga a la población fuera del conflicto armado respetando su condición de civiles.