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Duvier Villazón, niño víctima de tortura

Escrito por  el 
27 julio, 2010

    Julio de 2006.

    Dos miembros de la Policía Nacional torturaron y causaron lesiones contra el menor Duvier Daniel Villazón Pinto, quien pertenece a la comunidad del pueblo indígena kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta.

    En julio de 2006 fue aprehendido con las esposas en la parrilla de una motocicleta y además le propinaron golpes en su cabeza con uno de los cascos de dotación. Los hechos tuvieron lugar en Bogotá, en el barrio Santa Lucía.

    Hasta el año en curso Duvier Villazón ha pedido justicia y afirma que el daño causado por este hecho fue el no puede caminar tranquilo, por ello se ha tenido que cambiar de barrio y ha empezado su vida de nuevo en otro lugar junto a su familia.

    – EL TESTIMONIO –

    «Lo que sucedió hace tres años con respecto al caso de los Policías que abusaron de su autoridad conmigo y me torturaron, fue que me encontraba con una amiga en la esquina del Colegio Cafam del barrio Quiroga en la ciudad de Bogotá, cuando subieron dos Policías en motorizada, los cuales sin previo aviso mandaron la moto encima de nosotros. Después que pasaron fue que pidieron permiso. Yo les respondí «Que no se me daba la gana». Entonces siguieron derecho y más adelante me esperaron para una requisa.

    Entonces el que iba manejando se bajó y sacó las esposas y me pegó en la cabeza y me preguntó que si yo no sabía qué era el respeto y yo le respondí que ellos más bien eran los que no sabían qué era el respeto. Entonces me esposó a la parrilla de la moto y empezó a manejar y me empezó a hacer preguntas. Con cada pregunta que yo respondía me pegaba con el casco en la cabeza.

    Hicimos un recorrido largo, como de más de diez cuadras, por un sector que es empinado, hasta que llegaron a una casa, allí me quedé esposado a la moto, mientras uno de los policías bajaba de la moto. Luego volvieron a arrancar, seguimos avanzando y yo les dije que estaba cansado, uno de ellos me respondió «que si quería que me muriera». Entonces yo me tiré al piso y la gente le decía que me dejaran. Entonces paró la moto y llegamos caminando al CAI. Cuando llegamos, al Policía que se encontraba allí le dijo uno de los Policías «ahí le traigo a ese», entonces, el Policía del CAI me dijo que me quedara y me dio un vaso de agua, me preguntó la edad y yo le dije que 14 años. También me preguntó que de dónde era, yo le dije que yo era un indígena kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta. Entonces me dijo que me sentara afuera.

    Después llegó mi hermano y nos fuimos del CAI. Los dos Policías se encontraban más abajo en una Cigarrería y me vieron y se quedaron riéndose. Entonces yo cogí la placa de la moto y desde ahí hemos venido con mi familia, haciendo declaraciones con la Procuraduría y la Fiscalía General de la Nación para poder hacer justicia.

    En lo que me afectó lo sucedido, ha sido que he tenido que soportar una gran espera para que estos Policías puedan pagar lo que me hicieron, tener que asistir a los Tribunales a declarar siempre es algo que me hace recordar la mala actuación que tuvieron esos Policías contra mí. Me ha tocado cambiarme de barrio, entonces por motivos de seguridad tomamos la decisión de irnos del barrio. También a través de ese problema surgieron muchas mentiras por parte de los Policías los cuales afirman que yo les saqué un cuchillo y que por ese motivo actuaron así contra mí.

    Me he sentido muy inseguro no por recibir amenazas sino con el temor de que me vuelva a pasar lo mismo con ellos. No me siento seguro caminando en las calles de Bogotá. «La Ley» hoy en día no brinda la seguridad que debe brindar, al contrario siempre se escuchan casos de brutalidad policial donde los afectados somos nosotros la sociedad civil o en mi caso, la población indígena desplazada, que hemos tenido que salir de nuestras tierras para no ser asesinados por los paramilitares, para ahora venir a recibir malos tratos en la Capital. No es justo que hoy en día se vean estos casos en un país dónde la libertad es para todos.

    Lo que espero es que puedan recibir una medida penal y una medida disciplinaria con respecto a su comportamiento con la sociedad, para que no se sigan repitiendo estos casos que lo que nos causan en dolor y sufrimiento.

    Yo como indígena kankuamo exijo que estas personas puedan pagar por sus actos cometidos conmigo, que esto no vaya a quedar impune para que se no se sigan presentando estos casos tan bochornosos para la sociedad.

    Duvier Daniel Villazón Pinto
    Indígena kankuamo.

     

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